mente universal

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jueves, 24 de marzo de 2011

EL MUNDO DE LOS SUEÑOS


Se dice que es una de las pocas cosas que compartimos con el reino animal, lo cierto es que el sueño cumple diversas funciones en el ser humano y nos transporta a un mundo diferente con reglas que no se asocian a las que rigen en la realidad.

Podría decirse que el sueño es un estado de reposo uniforme de un organismo y que en él la persona casi pasivamente “carga energías”, de la misma manera que un celular renueva su vida útil enchufado por medio de su cargador a la corriente.

El Insomnio, la narcolepsia y mi compañero, el sonambulismo, nos alejan de aquel preciado descanso y nos saca de nuestro eje al no poder descansar, ni hablar si despertamos con ese gustito amargo que nos dejó esa pesadilla que no podemos dejar de pensar el resto del día.

El misterio y la curiosidad por el mundo de los sueños se remonta al psicólogo norteamericano Wiliam Charles Dement, quien en 1928, advierte que durante una etapa del sueño, llamada MOR o REM (en inglés) tenían lugar movimientos oculares rápidos, acompañados por un aumento de la respiración, la pulsación y la presión sanguínea, que alcanzaban los niveles propios de la vigilia. Este fenómeno ocupa una cuarta parte del tiempo que una persona pasa dormida y es donde  los sueños se experimentan de forma más nítida y real.

Según Sigmund Freud, los sueños expresan nuestros deseos más profundos e inconscientes que habiendo sido reprimidos encuentran su manifestación en este plano y cobran vida, ya sea mezclando lugares, personas y los elementos más insólitos jamás pensados en pensamiento racional.

Los sueños pueden tener un significado oculto, porque la mente utiliza símbolos, que reemplazan a los protagonistas y a los escenarios, los símbolos según Carl Gustav Jung, son arquetipos heredados que se encuentran en el inconsciente colectivo y representan cada uno de los contenidos primarios de la memoria, comunes a todos los hombres o a grupos étnicos particulares.

Siguiendo a Jung, en los sueños pueden aparecer siete símbolos, cada uno con un amplio significado arquetípico pero con una interpretación diferente para cada persona:

1)  La imagen social del soñador.
2)  La sombra, o sea los aspectos negativos que tiene cada uno ocultos, que pueden aparecer en los sueños como imágenes de personas amenazantes.
3)  El ánima o ánimus, los aspectos femeninos y masculinos que todos tenemos, como imágenes de doncellas o de hombres muy viriles.
4)  El niño divino, como la imagen de un bebé o un niño, que simboliza la inocencia, lo más puro del yo, el potencial, las aspiraciones, la vulnerabilidad, las debilidades.
5)  Los ancianos sabios, como un maestro, o cualquier persona de autoridad que se ofrece de guía.
6)  La gran madre, como un hada o una bruja, que representa la ambivalencia de las madres.
7)  El tramposo, como un ser con distintas formas que trata de hacernos caer en nuestras debilidades.

Se dice que el sueño une el cuerpo, la mente y el alma, es tan necesario porque gracias a él logramos consolidar nuestra memoria y cumplimos además funciones creativas, como por ejemplo solucionar problemas, encontrar respuestas a distintas preguntas y buscar un significado para un descubrimiento interno, una cosa es cierta, cada sueño es único y representa nuestras sensaciones y preocupaciones ante la vida.
Los más recurrentes tienen que ver con verse desnudo en la vía pública, pasar una y otra vez por ese examen que nos preocupaba tanto o sentirse perseguido por alguien y aquí es importante saber que existe una simbología del sueño que podemos averiguar en el siguiente diccionario, que está clasificado por letras y así descifrar aquello que resulta incomprensible al despertar.
Hoy me dormiré pensando en qué me depararán mis viajes al mundo onírico y si al menos por unos pocos segundos, tendré nuevamente la oportunidad de sentir esa incomparable sensación de volar por el aire..



Fuente “El hombre y sus símbolos”, Carl Gustav Jung


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