Hoy este fenómeno muestra la cara más visceral y cruda de un ser humano, en donde las emociones de sus participantes están a flor de piel y donde la lucha por llegar a la recta final se convierte en una especie de riña despiadada contra la vida misma.
George Orwell, escribe en 1949 la novela “1984” , se podría decir que es el origen del fenómeno Gran Hermano, en donde este famoso novelista inglés relata de que manera ese “Big Brother” es la representación de los ideales de un régimen único y poderoso que vigila y controla la vida de las personas en todo momento. Orwell refleja un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control.
Uno no puede dejar de pensar que inevitablemente estamos hablando de manejo de poder y con sólo mencionarlo aparece casi inevitablemente Michel Foucault, que de esto habla y mucho, de este tema hace alusión en “vigilar y castigar” en donde había un tipo de sistema carcelario en el que el individuo siente que puede ser visto en cualquier momento, mediante el "Panóptico de Bentham" que es una figura arquitectónica que tiene una torre en el centro con anchas ventanas que abren a la cara interior y desde la cual se controlan todas las celdas.
Ahora bien, uno se pregunta que tipo motivación tan grande pueden llegar a tener este grupo de personas que se somete a semejante experimento, en donde más de 30 cámaras registran cada movimiento, suspiro, murmuro, etc. Algunos dicen que es la ventana que los llevará a la preciada fama, otros querrán comunicar a toda voz que su historia personal merece ser contada, pero aún así ¿es necesario pasar por semejante humillación? que todo el país sepa de que manera van de cuerpo o que crema dental usan por la mañana? Lo más triste de todo es que los mayores beneficiarios económicos de este plan no son realmente quienes los protagonizan, como siempre.
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